Las finanzas embebidas o abiertas: ¿son lo mismo?

En los últimos años hemos escuchado hablar bastante de las finanzas abiertas (Open Finance u Open Banking). También es común oír acerca de las finanzas embebidas o integradas. Como la palabra lo indica, estas últimas consisten en la integración de servicios financieros por parte de proveedores NO financieros (p.e., fintechs). Estos terceros están en capacidad de ofrecer alternativas para ahorrar, endeudarse y adquirir flujo de caja, acceder a seguros y otros servicios financieros.

Es indiscutible que estos nuevos ecosistemas promueven la inclusión financiera implícitamente. Sin embargo, es preciso resolver la pregunta: Las finanzas embebidas o abiertas: ¿son lo mismo?. Lo anterior se traducirá en beneficios para todos: el mercado, los consumidores (bancarizados y no bancarizados), las entidades financieras y los proveedores terceros de los servicios embebidos.

Es importante tener en cuenta que el uso de plataformas familiares por parte del consumidor le genera una mayor confianza y menor fricción. La inclusión financiera es clave para el desarrollo económico. A través de las billeteras se tienen habilitadas un sin número de funcionalidades que democratizan el acceso a cuentas de ahorro, programas de ahorro personal y préstamos con tasas y tarifas que benefician al consumidor.

Los entes de control y regulación, las entidades financieras y los proveedores terceros de servicios financieros (p.e., fintechs) deben asegurar un modelo que garantice la confianza y comodidad de los usuarios a través de soluciones personalizadas. Es una apuesta de todos los actores e interesados pues se espera que este mercado crezca un 300% en los próximos 3 años. No solo es importante el acceso a los servicios financieros sino la construcción de un ecosistema de pagos flexible y seguro.

Las finanzas abiertas emergen como un complemento para las finanzas embebidas. Ofrecen los modelos y las reglas de juego que permitirán a las entidades financieras exponer sus servicios. De esta forma, las terceras partes podrán usar dichos servicios y disponerlos a sus usuarios. Todos los actores están avanzando de forma armonizada y sincronizada para la definición de estas reglas que se traducen en los estándares a cumplir. Dicho cumplimiento se traduce en el adecuado entendimiento entre las partes, el control del regulador y la prestación de un servicio de calidad.

Es probable que la segmentación de los usuarios y clientes pase a ser un factor determinante. Uber y sus servicios financieros funcionan a la perfección en Canadá pero no es así en algunos países europeos. No obstante, las plataformas se han ido adecuando a las exigencias y necesidades de los consumidores ya que están de cara a los servicios “no financieros” que requieren a diario (p.e., servicios públicos, movilidad y transporte, conectividad y comunicación, etc.). Debemos preguntarnos y responder: ¿Qué es lo que realmente le estamos solucionando al usuario? ¿Existe una mejor alternativa para solucionarle su problema?

La colaboración y la capacidad de diseñar soluciones centradas en los clientes serán la prioridad tanto para las entidades financieras como para los proveedores terceros. De aquí que los flujos de la información y los servicios deban poderse gestionar desde una sola aplicación. Las experiencias sencillas y fluidas serán el común denominador para los diseñadores y desarrolladores. Adicional, el uso y cumplimiento de los estándares de intercambio de información de manera segura y oportuna serán la clave del éxito para el crecimiento de estos ecosistemas.

Los retos y desafíos tecnológicos para todos los actores son grandes. Estar a la vanguardia en la prestación de este tipo de servicios asegurará el futuro de las organizaciones financieras y no financieras. Por ejemplo, se requiere la modernización de los sistemas core legados de los bancos para habilitar las integraciones y la interoperabilidad entre los sistemas. En definitiva, balancear el cumplimiento de las normas y estándares con los más altos niveles de experiencia, satisfacción y calidad del servicio al cliente son el objetivo ulterior de las entidades financieras.

Para finalizar, niik considera que las finanzas abiertas son un “habilitador” de las finanzas embebidas. En otras palabras, se precisa la construcción y el desarrollo de unas finanzas abiertas solidas para que sobre ellas evolucionen los servicios conexos a los financieros. Es de esta forma que la industria financiera estará en posibilidad de avanzar y estar más cerca de los usuarios y clientes de sus servicios. En niik estamos en la capacidad de acompañarlos en la definición, implementación y gestión de la arquitectura empresarial y en particular de las arquitecturas de TI necesarias para sacar adelante un desafío como estos: el desarrollo de las finanzas abiertas y los servicios financieros embebidos.

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